El planeta nuestro, como lo conocemos, se encuentra en sus últimos momentos de vida. Una siniestra y lúgubre sombra se cierne sobre el, cual augurio del final que se le avecina, y nadie parece ser capaz de hacerle frente...

     El destino parece estar escrito, y el final trazadado, pero la esperanza no está perdida, y ese anhelo de resistencia y sobrevivencia, lo representan tres niñas japonesas, amigas inseparables que no lo saben, pero son el último dejo de fe que le queda a este claudicante mundo.

     Las elegidas para semejante misión, resultan ser tres amigas inseparables, Hikaru, Fuu y Umi, compañeras de escuela, que cursán su último año escolar y pronto deberán tomar caminos separados. Esto inquieta a Hikaru, y le hace pedir un deseo al famoso "Árbol Sakura", celebre porque según se cree, concede cualquier deseo a todo aquel que se lo pida.

     Hikaru confía en el, y le pide que sus amigas y ella jamás tengan que separarse... lo importante viene aquí, después de terminado esto, un animalito extraño, que ninguna semejanza tiene con nada visto hasta ahora, se le aparece y entonces toda una serie de escenas se cruzan por la mente de Hikaru. Contempla sacrificios entregados al caos, a la destrucción, y en ellos vislubra a un chavito, parado sobre la Torre de Tokyo, mirando anodadado la ciudad entera, quizás como queriéndose justificar lo que está apunto de ocurrir.

     Entonces sucede un extraño encuentro, el chavito aquel de su visión, se enfrenta a una mujer que se hace llamar Alcyone, o algo así...

     La batalla termina con la desaparición de cada uno de los habitantes de la Tierra. No triunfa el chavo, desde aquí conocido como Clef, pero tampoco lo hace Alcyone.

      HIkaru, Umi y Fuu, se dan cuenta que son las únicas sobrevivientes. Así como así, de repente, y sin que nadie lo previera, se han quedado solas en este mundo. El panorama es melancólico, la ciudad entera ha sido privada de todo rastro de vida, y lo que antes eran sonrisas y júbilos, ahora no son más que un silencio absoluto, tenebroso, intimidante...

     Clef se percata de que las niñas siguen con vida, y sabe que son las elegidas para honrar el sacrificio cometido. Pero así como Clef se percata de su existencia, también el enemigo lo hace... Alcyone se dirige a embestirles, y les pelea tenazmente. Hikaru le detiene, le enfrenta y consigue despertar la deidad que en ella dormía, una fuente inmensa de poder y de sabiduría que pronto le cobija y le protege... Lexus se hace llamar la deidad y de repente, ella y Hikaru se hacen uno solo, protagonizando un mecha de impresionantes proporciones.