Naruto y Sasuke se sostienen entre sí y regresan a la casa de Tazuna, y aunque lucen lastimados, han conseguido superar sus entrenamientos y Kakashi lo reconoce, de hecho los reasigna a su misión original, a proteger a Tazuna, quien por cierto, ya está a punto de terminar el dichoso puente. Se trata, pues, de una escena reunida en esfuerzos y metas, pero tanto los logros de Naruto y Tazuna como su esfuerzo irritan a Inari, que derramando lágrimas, les recuerda que cualquier esfuerzo será inútil.. después exige a Naruto callarse y largarse, porque no para de mirarlo como un entrometido que no sabe de sufrimientos, que no puede entenderle y que anda por ahí sonriente y retador sin saber lo que es la vida y el verdadero dolor. Naruto no consigue tolerar más esta situación y calla al niño, lo manda lejos. Es cruel con sus palabras.
Inari se aleja de la casa, pero Kakashi le sigue y explica lo que acaba de suceder. Naruto es solitario, no tiene padres, no los conoció, pero en lugar de quejarse y deprimirse, lucha por reconocimiento. No es que nunca se haya tirado a llorar y desear inútilmente que las cosas hubieran sido distintas, sino que en algún momento se cansó de ello y las palabras que dijo a Inari se cansó de repetírselas a sí mismo, ¿Cuántas veces se dijo a sí mismo esas palabras para justificar su camino, lleno de sufrimiento?.
Terminada la discusión, Naruto se arroja a la cama a dormir y es tan profundo su sueño, que no se percata que Kakashi y los demás parten a otro día de trabajo y lo dejan abandonado en casa de Izuna. No importa, Naruto corre deprisa a alcanzar a sus compañeros, sin saber que ellos se encuentran atrapados en el puente de Izuna. Los constructores yacen inconscientes en el suelo, algún enemigo los ha inhabilitado. No hay gran misterio en la figura que ha provocado todo este caos, se trata, claro está, de Zabuza.
La niebla recorre el puente y cubre, una vez más, al equipo 7 de Konoha. Zabuza hace acto de presencia, aunque en esta ocasión no causa tanta impresión, incluso los temblores de Sasuke son ahora deseos incontenibles por pelear, sólo que no lo hará contra el jounin, sino contra Haku. Se acomodan los rivales y comienza el segundo y definitivo asalto entre Kakashi y Haku.