Kanzaki, Toujou, Himekawa, Natsume, Aoi, Oga, y un perplejo Furuichi intentan razonar con el supervisor de conducta estudiantil de St. Ishiyama. Han sido provocados, se han defendido sin más.. pero eso no importa a estas alturas, todos los "importantes" de Ishiyama (vamos, que ni el "general" se ha salvado) están expulsados sin la menor excusa.

Aoi intenta cargar con toda la culpa, aunque salvar de la quema a los demás, sobre todo al líder Furuichi (así lo suponen los testigos), es caso injusto, perdido sin remedio. Kunieda alega pidiendo el mismo castigo para los Rokkisei, pero más allá de suspender dos semanas a tres de ellos y no castigar en lo más mínimo a Izuma y Nanami, no se hará otra cosa. Y ningún reclamo cambiará ese inamovible hecho.

Defenderse es inútil. Bueno, Aoi intenta oponer resistencia pero sin apoyo no llegará a ninguna parte. Oga sólo piensa en irse corriendo a pelear contra Miki en cuanto esta reunión finalice, Toujou tiene planes similares con Izuma. Al menos, Himekawa tiene labia de sobra para evitar la expulsión. Le da la razón a los peleoneros por excelencia pero con palabras más inteligentes.. "Al menos tenemos que terminar la pelea que iniciamos. Es lo que debe de ser".

La pelea es la causa de este dilema y la más inmediata solución. El supervisor está de acuerdo y la fecha se pacta, no inmediata, sino para dentro de un mes. En 30 días exactos se celebrará un festival escolar. Ahí podrán limar asperezas, aunque no con confrontamientos directos, sino en competencias deportivas. Si Ishiyama vence, la expulsión será estudiada, existiendo la posibilidad del perdón.. pero aquí es cuando tener a Himekawa se justifica. El chico millones levanta la cara, apunta su dedo índice y pide más. No hay riesgo para St. Ishiyama y sin riesgo no hay una verdadera competencia. No sólo le será retirada la expulsión a Ishiyama, si vencen además, los Rokkisei dejarán de ser intocables, su "fuero" será destruido.

El supervisor accede y el trato, consienzudo y lleno de riesgos, es cerrado. Oga y Toujou han babeado y vivido en un mundo de hermosos sueños mientras toda esta discusión se gestaba. Ahora que despiertan y se dan cuenta que ya son libres, preguntan con toda la inocencia que sólo ellos poseen, si ya pueden ir a matar y medio matar a sus rivales.. Dejarían de ser el alma del equipo.

Los chicos se retiran e Izuma revela su posición, ha estado fuera del salón y lo ha escuchado todo. No está inconforme con el trato, sólo necesita espacio y tiempo para que Miki termine su pelea en cuanto terminen los eventos deportivos. Por otra parte, sabe que perder es imposible. Su confianza es total.. Oga y los demás, mientras tanto, no saben si confiar, desconfiar o divagar existencialmente. A los pocos minutos de regresar al salón de clases, un nuevo estudiante de intercambio hace acto de presencia. Es nada menos que.. ¡Hilda!